martes, diciembre 06, 2005

La Pandereta.

¡Qué hubiera sido de los sufridos pobladores del nor-oeste de España sin la pandereta!, Que nadie piense que es una broma o una burla, al contrario. Actualmente este humilde instrumento pasa por ser algo, como si dijéramos, baladí, sin técnica, ni recursos, ni valor. ¡Cuán atrevida es la ignorancia!, pocos somos los jóvenes que nos acercamos al mundo rural del pasado, por tanto pocos quienes hemos tenido el privilegio de poder ver y escuchar a algunas mujeres , de esas de antes, haciando hablar a un aobjeto tan sencillo y tan a simple vista carente de valor como una pandereta. Que bailes se formaban en cualquier pueblo de La Montaña Leonesa, o en La Cepeda, en La Maragatería... con la simple ayuda de un rústico aro de madera con un pellejo y algunas chapas de hojalata. Qué espectáculo ver a Esperanza la de Rabanal del Camino tocando el estribillo de las jotas con la mano vuelta, o ver a Concha y a Minda, en Garueña, rizar el rizo a la jota o hacernos bailar el Baile Chano como si fuera un hilandero cualquiera de los de hace sesenta años. Mis amigas de Casares de Arbas, Cilinia, Marucha, Nieves, Ángeles..., pozo sin fondo de cantares y tonadas... Toda esta gente y mucha más nos hacen ver como , por un lado, la gente de los pueblos poseía una cultura propia, que nada tiene que envidiar a nadie y por otro, como ante la falta de recursos, el Ser Humano se tiene que buscar la vida y logra sacar de algo tan sencillo como una pandereta lo que muchos no pueden sacar de los más complicados artefactos.